Según los creadores de Spritz, la
lectura está a punto de cambiar para siempre. Los bloques estáticos de texto
(que estás viendo ahora en tu pantalla) son una manera ineficiente de recibir
información.
Esa es la opinión de los creadores de
este software, el cual ha desarrollado una caja de texto para lectura rápida que
no muestra más de 13 caracteres a la vez. La caja Spritz te enseña palabras en
sucesión rápida para que no tengas que mover los ojos alrededor de la página. El
software ha estado en “modo de espera” por tres años, pero recientemente se
asoció con Samsung y saldrá al público en menos de lo que
imaginamos.
De acuerdo con ellos, pasamos sólo 20%
de nuestro tiempo de lectura entendiendo lo que estamos leyendo, y tanto como
80% de éste moviendo los ojos físicamente para encontrar el lugar correcto y
leer cada forma de una palabra.
La caja de Spritz es muy simple: un
pequeño rectángulo que transmite texto al lector, una palabra a la vez. Las
palabras son presentadas en una tipografía grande y clara y centrada en torno al
“punto óptimo de reconocimiento” de cada palabra.
Es interesante lo rápido que este
sistema puede enviar información al cerebro (puedes hacer la prueba tú mismo al
final de esta nota). Y el equipo añade que puedes entrenarte a ti mismo a ir
cada vez más rápido. Esto sin duda revolucionaría nuestra manera de adquirir
información como la especie de trogloditas de data que ya somos, y funcionará
muy bien a un nivel de eficiencia y economía visual cuando estemos leyendo
específicamente para “enterarnos” o “empaparnos” de información. Pero uno de los
mensajes desplegados en las “cajas ejemplo” (abajo) dice que podrías leer una
novela de 1000 páginas en 10 horas. Esta es otra historia.
La mayoría de las personas que leen
novelas, o cuentos, o poemas, no las leen para captar rápidamente todo lo que
dicen y ponerlas a un lado lo antes posible. Por el contrario, la literatura se
lee para disfrutar, tomar el tiempo, regresar al párrafo anterior, recorrer el
texto con la mirada, ver las aliteraciones, sentir el lenguaje. En este caso,
entonces, sería una desviación (o perversión) del propósito de la literatura.
Una suerte de “recuperar el tiempo perdido” que despoja de belleza al acto
físico de leer. Ya T. S. Eliot se preguntaba: “¿Dónde está la vida que hemos
perdido en vivir? ¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?”
Quizá la movida más significativa de
Spritz sea traer esta tecnología de lectura rápida y fragmentada a los teléfonos
móviles y tabletas, ya que lo que leemos allí está normalmente lleno de
distracciones visuales o anuncios parpadeantes que definitivamente roban nuestro
tiempo, y al final del día dan mucho dolor de cabeza.
250 palabras por
minuto:
350 palabras por
minuto:
500 palabras por
minuto:
http://sabiens2.blogspot.com
fuente/ Pijamasurf
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