jueves, 12 de septiembre de 2013

Describen el ADN más antiguo encontrado fuera del Ártico, de un oso de 400 mil años

Un equipo internacional de científicos ha conseguido reconstruir el genoma mitocondrial completo de un antepasado del oso de las cavernas de hace 400.000 años hallado en Atapuerca (Burgos). Se trata del ADN más antiguo encontrado, aparte de los que han aparecido congelados en los suelos helados del Ártico. El logro ha sido posible gracias a una nueva técnica que podría aplicarse también a antiquísimos fósiles humanos, como los del Homo heidelbergensis.






El ADN puede conservarse durante cientos de miles de años en las cuevas, según demuestra la reconstrucción del genoma mitocondrial completo de un antepasado del oso de las cavernas de hace 400.000 años hallado en el yacimiento de la Sima de los Huesos en Atapuerca (Burgos).
El trabajo, con participación española, ha sido liderado por Jesse Dabney y Matthias Meyer, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania).
“Es el ADN más antiguo que se ha encontrado aparte de los que han aparecido congelados en los suelos helados del Ártico”, asegura a SINCJuan Luis Arsuaga, codirector de las excavaciones en la Sierra de Atapuerca y coautor del trabajo, que se publica en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Hasta ahora no se habían hallado secuencias largas de ADN con más de 120.000 años en otros medios que no fueran el permafrost –suelo permanentemente helado–.
“Es el ADN más antiguo que se ha encontrado aparte de los que han aparecido congelados en los suelos helados del Ártico”, asegura Juan Luis Arsuaga.
Próximo objetivo: buscar el ADN de fósiles humanos 
El próximo objetivo de los investigadores será buscar ADN en los fósiles humanos asociados al oso de las cavernas en la Sima de los Huesos, como los del Homo heidelbergensis.
Si se consiguiera, sería el ADN más antiguo de humanos encontrado en el mundo. En la misma Sima se han hallado restos de una treintena de estos homínidos antecesores del neandertal, entre los que se encuentra el cráneo de ‘Miguelón’‎.
Gracias a una novedosa técnica
En el año 2006, la mexicana Cristina Valdiosera demostró la presencia de pequeños fragmentos de ADN mitocondrial en los restos de los osos encontrados en Atapuerca; sin embargo, la clave para los nuevos avances ha sido “la aplicación de una técnica novedosa de extracción de ADN antiguo en la que llevamos trabajando aproximadamente un año”, explica Arsuaga, que también es director científico del Museo de la Evolución Humana (MEH) en Burgos.
El procedimiento empleado por los investigadores permite recuperar ADN muy degradado, gracias a lo que se ha podido reconstruir el genoma mitocondrial a pesar de trabajar con secuencias muy cortas.
“Es un avance metodológico que hace pocos años era impensable y es un ejemplo de lo deprisa que están avanzando los descubrimientos en paleogenómica”, añade el paleontólogo.


Excavaciones en la Sima de los Huesos, en Atapuerca (Burgos). Fuente: MEH.
Excavaciones en la Sima de los Huesos, en Atapuerca (Burgos). Fuente: MEH.
El puzle de las genealogías
Las muestras utilizadas en el estudio corresponden a la parte del genoma que se encuentra en unos orgánulos de las células llamados mitocondrias.
“Los cromosomas del núcleo son los que codifican los caracteres del individuo, mientras que el ADN mitocondrial se utiliza para establecer relaciones evolutivas entre especies, hacer genealogías. Así, podemos estudiar la evolución de los osos de las cavernas”, aclara Arsuaga.
En la investigación han participado los investigadores del Centro Mixto (Instituto de Salud Carlos III-Universidad Complutense de Madrid) de Evolución y Comportamiento Humanos Nuria García y Juan Luis Arsuaga.
Además, han colaborado en la investigación la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Bangor (Gran Bretaña), el departamento de Anatomía de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) y el departamento de Arqueología de La Trobe Universidad en Melbourne (Australia), informa el MEH en un comunicado.
Expuestos en el Museo de la Evolución
El Museo de la Evolución Humana de Burgos muestra en el ámbito de la Sima de los Huesos además de los fósiles originales más destacados del Homo heidelbergensis, restos de los osos encontrados, el Ursus deningeri, como dentición, mandíbulas y huesos de las extremidades.
El Ursus deningeri es el antepasado del formidable oso de las cavernas (Ursus spelaeus) típico del Pleistoceno superior, cuyo tamaño era superior al de las más grandes especies actuales y tenía una dieta menos carnívora que los osos pardos (Ursus arctos), con los que también se encuentra emparentado.
 

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LAQUINTACOLUMNA