martes, 13 de agosto de 2013

Rusia contra EE.UU. en una nueva carrera espacial: plan de reconquista

RT les presenta el 'reparto' del cosmos entre EE.UU. y Rusia, los principales rivales del sector, según lo tienen formulado en sus respectivos programas espaciales.
En la época de la guerra fría el término 'carrera espacial' servía para referirse a uno de los elementos claves de la confrontación ideológica entre la URSS y EE.UU. Desde hace décadas está en desuso: las agencias espaciales, entre ellas la estadounidense Nasa y la rusa Roscosmos, optan por colaborar. Sin embargo, pese a los numerosos proyectos en conjunto que tienen los protagonistas del mercado espacial, cada uno tiene sus prioridades, sus intereses y sus zonas de influencia.

Luna

EE.UU. no volverá a pisar la superficie lunar, aseguró en abril de este año el director de la Nasa, Charles Bolden. Rusia, en cambio, parece querer 'la revancha' por julio de 1969 y reanudar la conquista de la Luna. Habrá tres misiones robóticas: la primera, en 2015, el módulo Luná-Glob-1, pondrá a prueba la plataforma de aterrizaje. En 2016 se lanzará otro módulo orbital, Luná-Glob-2, y después de 2017 el módulo de aterrizaje Luná-Resurs, que será un proyecto cooperativo entre Rusia y la India destinado a estudiar muestras del suelo lunar.

En el año 2030 Roscosmos pretende enviar una misión tripulada "de demostración" que orbitará alrededor de la Luna y que incluirá también la salida de sus cosmonautas a la superficie del satélite. Se pretende, además, ubicar en la órbita lunar
una base construida a partir de materiales locales que empiece a recibir expediciones tripuladas. Por el momento no se sabe si se tratará de una estación instalada directamente en la superficie del satélite natural de la Tierra o en su órbita. Según la agencia, el traslado de investigaciones espaciales de las órbitas bajas terrestres -desde la Estación Espacial Internacional
- a la Luna permitiría preparar el terreno para un vuelo tripulado a Marte.

Marte

La exploración de Marte es una prioridad para la Nasa. Actualmente, en el planeta rojo opera su misión Curiosity. En noviembre de este año la agencia mandará a Marte el orbitador Maven con el fin de estudiar la atmósfera superior del planeta para entender por qué perdió su atmósfera y qué pasó con el agua que tenía. Tiene previsto volver a Marte en 2016 con su InSight Lander que perforará profundamente el suelo del planeta para hacer investigaciones sísmicas y geodésicas. En 2020 volverá a lanzar otro robot. 2030 puede ser el año en el que la Nasa mande a Marte la primera misión tripulada.

Roscosmos, por su parte, se compromete a estudiar muestras del suelo marciano y la fuerza gravitatoria en el planeta a través de la creación de unas centrífugas a bordo de biosatélites (satélites con organismos vivos dentro) y continuar con el experimento internacional que preside,
Mars 500, un simulacro de vuelo a Marte. Aparte, tiene un proyecto conjunto con la ESA, ExoMars
, compuesto por dos lanzamientos, en 2016 y en 2018, en los que prevén enviar al planeta un orbitador, un aterrizador fijo y dos exploradores ('rovers') que efectuarán la búsqueda de posible vida. Sin embargo, Roscosmos tiene programado empezar a desarrollar la nave para una misión tripulada hacia Marte a partir de 2030 y calcula que no hará el primer intento de vuelo antes de 2050.

Júpiter

En 2011 la Nasa lanzó a Júpiter su sonda Juno. Está programado que se ubique en la órbita calculada en julio de 2016. Estudiará los campos de gravedad, los campos magnéticos y la composición física del mayor planeta del sistema solar. La Nasa está evaluando, además, realizar una misión hacia la luna Europa de Júpiter, para comprobar si tiene condiciones para apoyar algunas formas de vida. Se tratará de una sonda que hará perforaciones de entre 2 y 10 centímetros de profundidad para recoger muestras del suelo. Sin embargo, la Nasa no da ni fechas ni detalles sobre el proyecto.

Roscosmos, por su parte, adelanta que planea enviar dos sondas en 2022 para explorar la luna de Júpiter, Ganímedes. Las sondas aterrizarán en uno de los cañones en la superficie helada de la luna y perforarán el suelo para sacar muestras desde una profundidad de varios metros. Los científicos esperan determinar la composición química exacta del hielo, lo que les permitiría darse una idea general de la estructura interior del satélite.

Actualmente se discute una posible colaboración entre Rusia y la ESA que tiene un proyecto similar: el satélite Juice que debe lanzarse también en 2022. Está previsto que Juice llegue al sistema de Júpiter en 2030 para buscar
indicios de vida y que se coloque en la órbita de Ganímedes en 2033. Su tarea será estudiar las tres lunas heladas de Júpiter -Ganímedes, Callisto y Europa- y también al propio Júpiter en una órbita de alta inclinación.
Venus
 
Venus Express, la misión de la ESA, está orbitando Venus desde 2006 y lo hará hasta finales del próximo año estudiando la atmósfera y la superficie del planeta.

La agencia espacial japonesa JAXA tiene previsto intentar en 2015 una segunda inserción en la órbita de Venus de su sonda PLANET-C, también conocida como Akatsuki. El primer intento falló en diciembre de 2010, cuando la sonda no consiguió situarse en la órbita del planeta y entró en la órbita solar.

La Nasa planea la misión Venus In-Situ Explorer, cuyo objetivo será analizar la composición y las características de la superficie de Venus. El lanzamiento estaba previsto para este año, pero el proyecto se ha visto afectado por los recortes presupuestarios y por el momento sus perspectivas no están claras.

Rusia, por su parte, prevé lanzar a Venus dos sondas, una en 2020 (Venera-Glob) y otra, en 2024 (Venera-D), probablemente en cooperación con la ESA. Su misión será monitorear la atmósfera media y superior del planeta, la ionosfera, la magnetosfera, el balance de radiación y el efecto invernadero, y la actividad sísmica, eléctrica y volcánica en la superficie de Venus. Aparte Venera-D, equipada con un potente radar, tendrá que componer un mapa del planeta e identificar los posibles lugares para próximos aterrizajes. Incluirá, además, un módulo de descenso que pretende transmitir información desde la inhóspita superficie venusiana durante al menos tres meses (frente a la hora y media máxima de tiempo de transmisión obtenida por anteriores sondas).

Plutón

Está programado que la misión de la Nasa 'New Horizons' llegue a Plutón en julio de 2015 para caracterizar la geología y morfología del planeta enano y sus satélites, estudiar su composición superficial y su atmósfera. Por el momento ninguna otra agencia espacial tiene planes definitivos para explorar Plutón.

Saturno

Un proyecto conjunto de la Nasa, la ESA y la agencia italiana ASI, Cassini-Huygens, compuesto por una nave y una sonda opera en Saturno y sus lunas desde 2004 y seguirá haciéndolo hasta, al menos, el año 2017, fecha del próximo solsticio en el planeta. Su objetivo es determinar la estructura tridimensional y el comportamiento dinámico de los anillos de Saturno, la historia geológica del planeta y sus lunas, su atmósfera y el comportamiento dinámico de sus magnetosferas. La Nasa y la ESA tienen planeado continuar con la exploración de Saturno con la misión TSSM que debe lanzarse en 2020 y llegar al planeta en 2029, aunque se adelanta que podría posponerse.

Roscosmos, por su parte, comunica que también enviará sondas a Saturno, pero no da ni fechas ni detalles.

Mercurio

Desde marzo de 2011 en la órbita de Mercurio está operando la misión de la Nasa Messenger
destinada a crear un mapa global del planeta, un modelo tridimensional de su magnetosfera y estudiar los elementos volátiles presentes en los cráteres. Por el momento no se sabe cuánto más durará.

En 2015, la ESA en cooperación con Jaxa lanzará a Mercurio su misión BepiColombo. Partirá en un viaje que durará unos 6 años. Roscosmos también participa con varios instrumentos científicos. Su objetivo será estudiar la evolución de Mercurio, la composición de su atmósfera, su magnetosfera y su geología. Se compromete, además, a verificar la teoría general de la relatividad de Einstein.

Asteroides

La misión Dawn de la Nasa actualmente está examinando el cinturón de asteroides situado entre Marte y Júpiter. En 2018 la agencia estadounidense planea lanzar la sonda OSIRIS-Rex hacia el 101955 Bennu, uno de los asteroides cercanos a la Tierra, y sacar muestras de su suelo. La sonda volverá a la Tierra en 2023 y en 2025 la Nasa empezará preparativos para una misión tripulada hacia los asteroides.

Roscosmos, por su parte, tiene programado enviar una misión a Apophis, el asteroide que podría cambiar su curso y colisionar con la Tierra. Plantará una radiobaliza sobre el cuerpo celeste para realizar su seguimiento. Adelanta también sus planes de enviar sondas a otros asteroides, pero en ningún momento habla sobre una misión tripulada.



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traductor

LAQUINTACOLUMNA