El 67 por ciento de los experimentos con
transgénicos al aire libre de la Unión Europea se practican en España, según ha
denunciado la organización Amigos de la Tierra.
Por ello, a raíz del escándalo de contaminación
del trigo transgénico ilegal detectado en Estados Unidos, la ONG reclama al
Gobierno que abandone sus políticas “a favor de los transgénicos”. Este caso, en
su opinión, confirma “los peligros” que ha denunciado en numerosas
ocasiones.
La contaminación de trigo es “especialmente
grave” ya que gran parte de este cereal se destina a la alimentación humana. En
España hay una solicitud pendiente de aprobación para experimentar con trigo
transgénico en Fuente Palmera (Córdoba).
En este contexto, denuncia que la política
“opaca” del Gobierno en torno a los experimentos al aire libre con transgénicos
ha convertido a España en “el laboratorio de las multinacionales del
sector”.
Además, recuerda que una sentencia del Tribunal
Europeo de Justicia obliga a publicar la ubicación exacta de los campos
transgénicos. Sin embargo el Ministerio se niega a proporcionar estos datos,
pese a las reiteradas solicitudes de Amigos de la Tierra y otras
organizaciones.
Los experimentos en España han aumentado un 25
por ciento en cuatro años y la multinacional Monsanto anunció la semana pasada
su retirada del resto de Europa. En la actualidad, España y Portugal son los
únicos países europeos que continúan expandiendo los cultivos transgénicos de la
empresa biotecnológica, poniendo en riesgo a su ciudadanía, el medio ambiente y
la agricultura.
“Pedimos al Gobierno que cumpla la ley y publique
esta información para que los agricultores y agricultoras de los alrededores
puedan protegerse de la contaminación, y los vecinos y vecinas de la localidad
sepan dónde se están haciendo estos experimentos en su entorno más inmediato”,
ha subrayado la responsable de la campaña de transgénicos de Amigos de la
Tierra, Blanca Ruibal.
Asimismo, añade que el 80 por ciento de las
solicitudes de experimentación en España se realizan por parte de
multinacionales, con Bayer a la cabeza, con 16 solicitudes, seguida por Monsanto
y KWS con seis experimentos cada una.
Ruibal asegura que Bayer y Monsanto tienen “un
conocido historial de escándalos de contaminación”, como en 2006, con el arroz
de Bayer que invadió la cadena alimentaria, o este año, con el trigo de
Monsanto.
Finalmente, reclama conocer las medidas que va a
tomar el Gobierno para asegurar que el trigo ilegal de Monsanto no llega a los
platos de los españoles. “Es hora de que el Ministro empiece a tomar decisiones
en favor de la ciudadanía y no de las grandes multinacionales”, ha
concluido.
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