El agua de los cañones, que se utilizan
para reprimir las protestas en Turquía, podría contener sustancias tóxicas,
escribe el diario turco ‘Hurriyet Daily’. Sus periodistas han analizado las
fotos que publican los manifestantes de Estambul.
Las fotos muestran piernas y espaldas
enrojecidas, una reacción alérgica bien visible en la piel.
Decenas de personas dicen que diferentes partes
de su cuerpo empezaron a enrojecer dos horas después de abandonar las
protestas.
La piel irritada da una sensación de quemadura,
cuentan los manifestantes.
Mientras tanto, los médicos entrevistados por
‘Hurriyet Daily’ no pueden identificar el causante de la reacción alérgica.
Hay suposiciones que los agentes de seguridad
mezclaron el agua con la sustancia Jeníx que se transporta en garrafas de 10
litros y se utiliza para producir el gas lacrimógeno.
Los periodistas turcos exponen que las
autoridades no deben usar tales líquidos ya que no es compatible con las normas
internacionales.
Al comentar lo que sucede hoy día en Estambul,
los internautas subrayan que las actividades de las autoridades podrían ser
comparadas con el uso de armas químicas contra la población civil.
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