Un joven magnate ruso encabeza un grupo
de científicos que firmaron una carta dirigida al secretario general de la ONU
en la que lo invitan a unirse al proceso de creación de la ‘neohumanidad’ y de
consecución de la inmortalidad.
El empresario ruso Dmitri Itskov es el impulsor
de un proyecto que se dedica al desarrollo de una nueva forma de vida basada en
“cíborgs” o “avatares”. En una carta abierta firmada por una veintena de
científicos, activistas sociales y empresarios de distintos países, Itskov
invita a Ban Ki-moon a participar en el congreso Global Future 2045 en junio de
2013 en Nueva York.
Para evitar la “degradación” de la civilización,
los participantes del congreso proponen una estrategia para alcanzar una nueva
etapa de la historia, la ‘neohumanidad’.
Para eso, en primer lugar será necesario, entre
otras cosas, seguir desarrollando las tecnologías de creación de “cuerpos
artificiales” y de “sistemas ‘cerebro-ordenador’ para el control mental de los
avatares”. En el futuro más cercano, esas tecnologías se utilizarían para
“rehabilitar a minusválidos y sustituir a las personas a la hora de desempeñar
actividades peligrosas o en misiones de rescate”, por ejemplo.
Pero dentro de unos treinta años, los científicos
podrían encontrar maneras de mantener el cerebro humano en funcionamiento sin
que este dependa del cuerpo biológico. Itskov admite incluso que para 2045 será
posible implantar no el cerebro, sino la conciencia misma, a un cuerpo
artificial.
De esta manera, la ‘neohumanidad’ podría viajar a
zonas del universo donde la vida terrestre no es posible e incluso alcanzar la
inmortalidad, según el mensaje a Ban Ki-moon. Así, el magnate mediático ruso, de
solo 32 años de edad, pretende empezar a crear con la ayuda de las altas
tecnologías “una civilización con elevados valores éticos, culturales,
espirituales”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario