Las
investigaciones del arquitecto catalán Miquel Pérez Sánchez durante más de diez
años han permitido reconstruir por ordenador con gran exactitud la pirámide de
Keops y determinar que estaba coronada por una esfera de más de 2
metros.
Pérez Sánchez, que hizo de esta
investigación su tesis doctoral, explicó hoy en la presentación del estudio que
“del análisis de la pirámide se deduce que era una especie de enciclopedia del
saber de su tiempo”.
Fue la primera de las 7
Maravillas del Mundo Antiguo y la única que ha permanecido en pie, y en la
actualidad se encuentra desprovista de su recubrimiento original de bloques de
piedra caliza blanca y su cima ha perdido 9 metros de altura, por lo que hasta
ahora no se conocía su forma exacta, asegura Pérez Sánchez.
La esfera que coronaba la pirámide, según la
hipótesis de Pérez Sánchez, simbolizaba el Ojo de Horus y tenía un diámetro de
2,718 codos reales (2,7 metros), la medida del número e. Añade que esta esfera
de coronación estaba, a la vez, proporcionada con el Sol y con Sirio, la
estrella más brillante del cielo, asociada a Isis.
Las investigaciones del arquitecto, que contó
con el apoyo de un equipo multidisciplinario, han permitido dibujar el monumento
por ordenador con una exactitud de 4 decimales, lo que es “100 veces superior a
la precisión habitual en arquitectura”. El dibujo tridimensional de la Gran
Pirámide ha permitido descubrir sus medidas originales, analizarla y entender el
significado histórico del monumento.
Pérez Sánchez explicó que, además de la esfera
de coronación, hoy desaparecida, esta reconstrucción ha posibilitado conocer “el
ángulo de inclinación, de 51,84º; la plataforma de apoyo de la esfera, de
perímetro pi codos reales; y la altura del vértice piramidal, de 277.778 codos
reales, igual al cociente de dividir 1.000.000 por 3.600?.
A su juicio, el descubrimiento de la forma y
medidas originales de la Gran Pirámide, y su reconstrucción y análisis, ha
revelado “una arquitectura hecha de pura filigrana matemática y geométrica,
geodésica y astronómica”.
Los egipcios que idearon la Gran Pirámide
tenían “conocimientos científicos insospechados, entre los que cabe destacar el
uso del Teorema de Pitágoras dos milenios antes del sabio de Samos, una
precisión en la definición del número pi con 6 decimales que se adelantó en 3
milenios, así como el conocimiento del número e y de las medidas de la Tierra,
el Sol y Sirio que se anticiparon en más de 4 milenios”.
La dependencia geodésica de la Pirámide de
Keops ha sido confirmada por relaciones de escala basadas en el sistema
sexagesimal: el meridiano terrestre puede obtenerse como 43.200 veces el
perímetro del zócalo en contacto con la tierra; el radio polar, como 43.200
veces la altura total del monumento, y el perímetro medio de la Tierra, como
21.600 veces el perímetro total del zócalo”.
Pero, a pesar que la historia oficial se la
atribuye al faraón Khufu, varios estudios realizados por científicos y autores
de diferentes partes del mundo, apuntan a que el complejo entero de Guiza,
incluyendo la Gran Esfinge, fueron construidos mucho antes por una civilización
perdida más avanzada, coincidiendo con los cielos nocturnos de épocas que se
remontarían hasta el 10.800 a.C. Esto explicaría la falta de momias e
inscripciones en las tres pirámides, como así también el anacronismo tecnológico
que implican unos monumentos de semejante envergadura cuya perfección aún no
puede ser siquiera igualada hoy en día.
Fuente:
[Mistery planet]http://veritas-boss.blogspot.com
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