En una caja fuerte del Banco de Inglaterra se guarda
cuidadosamente un reducido número de billetes muy grandes.
Denominados
"gigantes" y "titanes", no están en circulación por una buena razón: cada uno de
ellos vale una cantidad de dinero que la mayoría de la gente no puede concebir
ni en sueños.
¿Pero para qué sirven?
"Cuando se habla de un billete de un millón de libras
(alrededor de US$1,5 millones), todo el mundo piensa 'qué fantástico'", dice
Barnaby Faull, jefe del departamento de billetes de la firma de subastas
Spink.¿Pero para qué
sirven?
"Pero
no muchos saben que de verdad existen".
Es
impensable que un billete de un millón de libras -conocido como "gigante"- pueda
estar disponible en un cajero automático.
¿Quién
se arriesgaría a llevarlo en la billetera, en el supuesto caso de que tuviera
fondos suficientes?
Sin
embargo el valor monetario de un gigante es relativamente pequeño comparado con
el "titán": un billete que promete pagar a su portador 100 millones de libras
esterlinas (más de US$155 m).
Muy
poco prácticos para el uso cotidiano, los dos tienen un rol vital para el
sistema monetario británico al respaldar el valor de los billetes de uso diario
que emiten bancos comerciales en Escocia e Irlanda del Norte (en estas regiones
ningún billete es moneda de curso legal, y cada banco que expide billetes lo
hace en la forma de sus propias letras de cambio).
*NdA:
No sé por qué esto se parece cada vez más a la película In Time.
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